
Puse un disco para ahogar penas y me serví un whisky para escuchar otra cosa que no sea mi culpa aunque más no fuera por el golpe de los hielos. Pienso en dormir como sí fuera la vida de otra persona, recuerdo el viento en la cara yendo en bicicleta a tu casa. Me viene a la mente tu cara despertándote a mi lado. Parece otra vida.
Se me ha ido el tiempo corriendo carreras perdidas y ganando concursos en los que no me anoté. Juntando las tapitas que dicen “La próxima sale” imaginando que, un día iba a ganarme otra.
Anoche dormí bien y no me acordé de vos, ni de tus problemas de decisión, ni de tus caricias, ni de tu mal humor ni del mío. No me acordé de tus besos ni tus mentiras. Hice la cama para acostarme y puse un disco de Silvio Rodríguez que no sabía que tenía. Pensaba en dónde habría dejado esa maldita lapicera y, en ese momento supe que yo pierdo las cosas que veo todo el tiempo, no lo podía juzgar.
La culpa de perder las cosas es nuestra, por desprolijos por tener la cabeza en otro lado, por pensar en otra cosa. Por pensar que tenemos todo bajo control.
De lo único que te echo la culpa a vos y a tus ojos de tristeza haber perdido la cordura.
Me levanté muy temprano hoy y fue extraño.
Después me parecieron extrañas las caras que veía, las de la gente que me acompañaba en el ómnibus, parecía que si habían perdido todo y que no habían dormido tan bien como yo esa noche.
Por la tarde trabajando contaba páginas como ovejas y cuando quise acordar dormía tirado en el escritorio. Me despertó mi jefe diciendo que me echaba y volví a acordarme de vos. Es que fue el mismo tono de voz que usaste para decirme que no me querías, que yo ya no era lo mismo, que no te había gustado nunca mi humor cambiante.
Ya casi es mañana y ya no pude volver a dormi como ayer y sigo pensando en las noches que no pasamos juntos, en que un día vas a hacer tu vida, mi jefe va a contratar a otra persona y yo, voy a olvidarte.
Es que casi es mañana y no pude aprender nada de ayer, que sí pude dormir, acá me tenés con insomnio escribiéndote otra vez. Me cuesta aprender.
Ahora si cuento ovejas porque quiero dormir o estar borracho. Es que dormir o estar borracho es para olvidar, sí, la verdad eso quiero más que nada.
Espero levantarme mañana con una sonrisa, aunque más no sea por no tener que trabajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario