Porque
un viaje Europa con un imbécil va a ser el peor viaje del mundo y
una salida a la rambla con alguien que amás, el mejor momento de tu
vida.
Pero
también hay días en que no querés salir de tu cama, que no querés
ver tu sombra, no querés otra cosa que una taza de café bien
fuerte, una serie, música suave desde la otra habitación y paz.
Todavía
me acuerdo cuando corría 2008 y de lo feliz que era, corría en 2008
sin sentir que mis pulmones iban a explotar, lo que explotaba era mi
cuerpo de energía y tranquilidad. Pero no moría como ahora mi
cordura.
Mejor
aún fue 1999. Pero lo perdí, no sé dónde quedaron mis amigos, dónde estará la cuadra donde corríamos camiones o nos dejábamos
perseguir por la luna en las noches de primavera, esas noches con
nuestras madres sentadas en reposeras mirando sin entender que
nosotros realmente éramos los Power Rangers.
Quiero
que alguien me devuelva la vida que alguna vez tuve, quiero cerrar
los ojos y volver a estar acostado en el sofá jugando al Islander,
quiero volver a discar en el teléfono el número de mis compañeros
de escuela y terminar hablando con sus padres como si fueran los
míos.
Quiero
volver a escribir cartas de amor que terminen en corazones para
Victoria mi amor de la escuela.
Que alguien me devuelva las ganas de ser adulto, porque ya no las tengo, un día afeitándome para ir a trabajar perdí la inocencia de creer que lo podía todo. La rutina no golpeó la puerta, solo entró, me miró de costado con arrogancia y escupió en el water, para demostrar quién manda, suspiró con desdén y salió para verme llorar desde afuera.
Que alguien me devuelva las ganas de ser adulto, porque ya no las tengo, un día afeitándome para ir a trabajar perdí la inocencia de creer que lo podía todo. La rutina no golpeó la puerta, solo entró, me miró de costado con arrogancia y escupió en el water, para demostrar quién manda, suspiró con desdén y salió para verme llorar desde afuera.
Yo
agaché la cabeza y puse pasta en el cepillo, pero poca, ésto no es
una publicidad de Colgate, ésto es la vida y yo no sabía cuándo
iba a comprar más.
Qué
locura, ayer soñaba con escalar una montaña y hoy pienso si mañana
voy a tener para comer.
Ayer
soñaba con vivir sólo y hoy lloro de tanto extrañar.
Que
alguien me despierte de un sacudón de éste mal sueño.
¿Quién
nos va a salvar? Si éste es el final. Somos una triste foto en el
currículum, una aburrida y mundana descripción de nosotros mismos.
Calma. Quiero
calma. Pensar que todo va a volver en algún momento, la paz, el amor
y los buenos recuerdos, los amigos y las ganas de un día ganarle a la rutina. Que mi madre se vuelva a sentar en una reposera y me vea
triunfar.