30 de mayo de 2019

Madres en reposeras.

La soledad y la mala compañía, son dos caras de la misma moneda.
Porque un viaje Europa con un imbécil va a ser el peor viaje del mundo y una salida a la rambla con alguien que amás, el mejor momento de tu vida.
Pero también hay días en que no querés salir de tu cama, que no querés ver tu sombra, no querés otra cosa que una taza de café bien fuerte, una serie, música suave desde la otra habitación y paz.
Todavía me acuerdo cuando corría 2008 y de lo feliz que era, corría en 2008 sin sentir que mis pulmones iban a explotar, lo que explotaba era mi cuerpo de energía y tranquilidad. Pero no moría como ahora mi cordura.
Mejor aún fue 1999. Pero lo perdí, no sé dónde quedaron mis amigos, dónde estará la cuadra donde corríamos camiones o nos dejábamos perseguir por la luna en las noches de primavera, esas noches con nuestras madres sentadas en reposeras mirando sin entender que nosotros realmente éramos los Power Rangers.
Quiero que alguien me devuelva la vida que alguna vez tuve, quiero cerrar los ojos y volver a estar acostado en el sofá jugando al Islander, quiero volver a discar en el teléfono el número de mis compañeros de escuela y terminar hablando con sus padres como si fueran los míos.
Quiero volver a escribir cartas de amor que terminen en corazones para Victoria mi amor de la escuela.
Que alguien me devuelva las ganas de ser adulto, porque ya no las tengo, un día afeitándome para ir a trabajar perdí la inocencia de creer que lo podía todo. La rutina no golpeó la puerta, solo entró, me miró de costado con arrogancia y escupió en el water, para demostrar quién manda, suspiró con desdén y salió para verme llorar desde afuera.
Yo agaché la cabeza y puse pasta en el cepillo, pero poca, ésto no es una publicidad de Colgate, ésto es la vida y yo no sabía cuándo iba a comprar más.
Qué locura, ayer soñaba con escalar una montaña y hoy pienso si mañana voy a tener para comer.
Ayer soñaba con vivir sólo y hoy lloro de tanto extrañar.
Que alguien me despierte de un sacudón de éste mal sueño.
¿Quién nos va a salvar? Si éste es el final. Somos una triste foto en el currículum, una aburrida y mundana descripción de nosotros mismos.

Calma. Quiero calma. Pensar que todo va a volver en algún momento, la paz, el amor y los buenos recuerdos, los amigos y las ganas de un día ganarle a la rutina. Que mi madre se vuelva a sentar en una reposera y me vea triunfar.

2 comentarios:

  1. Empecé a leer el primer párrafo y volví a empezar para leerle en voz alta a mi amiga que del otro lado de la mesa me mira por encima de su computadora y entre un sorbo de café y un audio de WhatsApp me dice; que loco, aún hay gente que escribe... Sí,y que usa Blogspot y que exhala melancolía ��✨

    ResponderEliminar